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Sé el esposo de sus sueños

noviembre 11, 2009

corazon

¿Qué tienen en común Sean Connery y Harrison Ford? Independientemente que uno sea James Bond y el otro Indiana Jones, estos dos actores han estado como la imagen masculina del hombre de Hollywood. Ellos son aventuremos, pueden pelear, disparar, saltar y darle su merecido a los chicos malos, al mismo tiempo que son suaves y dulces. Ellos son indetenibles son simplemente sensacionales. Y usualmente ellos consiguen una chica al final.

Después de todo, saltar a los brazos de una ardiente mujer siempre va ligado a la trama de acción y heroísmo del cine. Ellos alcanzan contactos sexuales sin pagar ningún precio o nivel de intimidad. Por ejemplo James Bond; dale una aventura y el estará en más camas que un vendedor de colchones.

En la ausencia de modelos de cómo amar, valorar y relacionarse largamente con una mujer. ¿No es de extrañar que en las últimas décadas muchos muchachos hayan crecido convirtiéndose en hombres que no tienen ni la más mínima idea de cómo entregarse ellos mismos a un amor permanente? Tomando las ideas de lo que el cine ofrece, ellos entran en u matrimonio de armas ardientes, pensando que el chico rudo salvara el día al final de la película. Pero el espectáculo apenas inicia cuando ellos se dan cuenta de lo mal equipados que se encuentran para darle a una mujer lo que realmente ella necesita: Una Relación.

Estoy convencido de que tenemos una generación de hombres casados que se encuentran confundidos y solos; ellos fracasan en su vida matrimonial porque nunca aprende sobre como cultivar una relación con una mujer que clama por su romántica necesidad de intimidad. He aquí lo que Sandra dice acerca de su esposo y de como ella cree que están marchando las cosas:

Me temo que le estoy perdiendo el respeto a mi esposo como hombre; el realmente no contribuye en nada a nuestro matrimonio, es más que ni lo hace para su propia vida. Es más como tener un dependiente que un esposo o compañero.

Si el esposo de Sandra realmente quiere ser el hombre de sus sueños, debe comenzar por entender las necesidades emocionales y relacionales de su esposa. Pero muchas veces la cultura nos enseña que una relación consiste solo en sexo. Para los hombres el buen sexo es sumamente importante; como una fruta fresca que cuelga de un árbol, esperando simplemente ser arrancada. Así que lo que tienen que hacer es solo llegar y tomarlas. Entonces muchos han pensado que esto mismo debe darse en el matrimonio. Pero debemos entender que para un gran romance, se necesita una gran relación.

Algunos consejos simples sobre cultivos

El secreto es aprender cómo y qué sembrar en el jardín del corazón de una mujer. Cuando siembras semillas de respeto, palabras amables, actos de ternura y reflexión; vas a cosechar en abundancia de tu esposa. Así como Dios le dijo a Oseas: “Siembren bondad para ustedes mismos y recojan fiel amor” Oseas 10:12

Por otro lado, si tu fallas en cultivar esta relación, y comienzas a sembrar semillas de crítica, negligencia o rabia, el sexo se convierte en algo más pequeño que un simple resfriado, un simple acto físico donde tu esposa se siente usada y no amada. Es por eso que Dios ha conectado a tu esposa para desear una relación. Tan pronto como tu esposa tenga el poder de afirmar tu sexualidad, tú te convertirás en un tremendo hombre poderoso, capaz de darle la relación que ella necesita, con una profunda conexión de tu corazón y tu alma.

Cuando tú tienes una relación muy pobre con ella (Me refiero a la necesidad que ella tiene de conversar contigo, su deseo de que tú te conectes con la familia, y su sed de escuchar palabras de afirmación). Ella encuentra difícil entregarse completamente a ti. Piensa por un momento: ¿Crees que a veces tu esposa no está muy entusiasmada por tener relaciones sexuales contigo? Retrocede un poco y reflexiona sobre cuanto estas invirtiendo en su banco de necesidades emocionales. Su corazón es como una cuenta bancaria donde tú haces depósitos y retiros. Pero ocurre muchas veces que nosotros como hombres hacemos demasiados retiros y nos olvidamos de los depósitos y las inversiones. Cada esposa necesita que invirtamos en ella seguridad, aceptación y conexión emocional en su vida.

Déjame darte un ejemplo de lo que pasa cuando un hombre mal utiliza su poder para validar y dar romance a su relación. Esto es lo que Pamela, una mujer desesperada, opina:

Mi esposo me llama usando cada vez nombres y apodos ofensivos. Me dice gorda, me dice que soy mala en la cama, y me lo ha dicho por más de ocho años, y yo no puedo olvidar esas cosas. Llevamos diecisiete años de casados, y la televisión siempre es lo más importante para él. Recientemente fuimos a un hotel, y compre un vestido especial para la ocasión, cuando me estaba cambiando en frente de él, me miró como si yo fuese algo desagradable. No dijo ni una palabra, pero con su cara me dijo lo que pensaba.

Me siento rechazada físicamente, puedo contar con los dedos las veces que en los dos últimos años me ha dicho que me veo bien. Nunca está en casa en las noches para ayudarme con los niños. Y en los fines de semana encuentra siempre otra cosa más importante que su familia para mantenerse ocupado. Cuando he tratado que hablemos sobre esto, me siento ignorada y humillada. Odio vivir de esta manera, no sé que hacer para que las cosas cambien.

Ahora bien, no conozco la parte de la historia que el esposo de Pamela debería contar; pero por lo que veo, este hombre ha abandonado su rol de proveedor de una relación segura, y esto es muy dañino para su matrimonio. Utilizando apodos para su esposa, este hombre está fallando en aceptarla. Ignorándola prefiriendo a la televisión, el está fallando en establecer una conexión emocional. Rechazando involucrarse en la actividades familiares, el minimiza su sentido de seguridad. Su matrimonio es un divorcio esperando por ser concretado, a menos que reconozca, que el amor es paciente, amable, no es rudo, no busca lo suyo y siempre protege. (1 Corintios 13: 4, 5 y 7)

Es importante entender que una mujer también necesita ser conducida a la habitación. Mientras que el hombre siempre está disponible para tener relaciones sexuales inmediatamente. Una mujer necesita un contexto relacional si queremos que ella libremente responda a la intimidad física. Muchas veces nosotros como hombres comprendemos las necesidades de la mujeres durante el día, pero rara vez en la habitación, y luego solo nos quejamos de porque a ellas no les gusta nuestra conducta sexual.

Cuando un hombre presiona a una mujer para tener sexo, sin considerar los aspectos relacionales e íntimos que ella necesita, el sexo se convierte en algo poco profundo, la intimidad física se convierte en un juego de voluntades o juegos de manipulaciones que muere lentamente cada día.

¿Te he dicho recientemente que te amo?

Así como la mujer debe pensar en lo importante que el sexo es para ti, así también tú como hombre debes pensar cuán importante es una relación profunda para ella. Tal vez te estás quebrando la cabeza pensando porque Dios hizo al hombre y a la mujer tan diferentes. Míralo de esta manera; Dios creó a Adán primero; pero ¿sabías que Adán nunca pidió una esposa?

Fue Dios quien dijo “No es bueno que el hombre este solo, le hare ayuda idónea para el” (Génesis 2:18). Dios en su sabiduría creó a Eva, para ser la compañía que Adán no reconoció que necesitaba. Ella fue creada para quitar la soledad de Adán. Sin pensarlo Dios puso en Eva, un intenso deseo de relacionarse.

Dios sabía que la tendencia del hombre era estar solo, así que nos dio un empujón gravitacional, nuestro deseo sexual. Así nosotros nos podemos conectar con nuestras esposas quienes nos llaman y nos enseñan como estar en un contexto relacional.

Ellas necesitan conectarse con nosotros no solo cuando nosotros queremos romances con ellas, y debemos entender esto. Necesitan que nos conectemos con ellas como un estilo de vida y no solo momentáneamente. Cuando un hombre solo se conecta con su mujer cuando quiere sexo, ella se siente simplemente usada.

Conéctate con ella y la familia, ayuda en las tareas de los niños, lava los platos de vez en cuando, cocínale algunas veces su platillo favorito, escúchala, valórala, trátala como un vaso más frágil. No digas que tú no eres un hombre cariñoso, debes aprender, es tu deber como esposo.

Este es un mensaje del Ministerio de Matrimonios de la Iglesia de Cristo en La Vega para ti; cuida a tu esposa, dale su valor, se un HOMBRE DE VERDAD y asume tu rol, deja de quejarte de tu esposa y de ver solo sus errores, ponte los pantalones y comienza tu ser un ESPOSO DE VERDAD.